A la hora de cuidarte, son muchos los productos que tienes a tu disposición, pero es posible que no sepas que algunos de los más interesantes proceden del reino de los minerales. Las gemas han sido empleadas a lo largo de los siglos tanto para equilibrar nuestro organismo como para aprovechar sus múltiples beneficios a nivel cosmético. En la antigua Grecia, por ejemplo, ya se empleaban estas piedras con fines terapéuticos. Y la medicina tradicional China, por otro lado, lleva siglos utilizando rodillos faciales elaborados con diferentes piedras preciosas. Incluso los nativos americanos sabían cómo aprovechar las propiedades antisépticas y cicatrizantes de ciertos minerales.
Por eso, a continuación, vamos a hacer un repaso de las virtudes que poseen algunas de las piedras preciosas y semipreciosas más utilizadas.
Cómo se clasifican las gemas
Antes de nada, debes saber que se entiende por gema cualquier mineral cuyos átomos forman estructuras lo bastante estables como para dar lugar a un cristal que cumpla tres criterios básicos: durabilidad, belleza y escasez. Así, solo 300 de los más de 4000 tipos de minerales conocidos entran dentro de esta categoría. A su vez, estas piedras pueden dividirse en dos grupos principales, que serán las piedras preciosas y las piedras semipreciosas. En ambos grupos podrás encontrar ejemplares muy interesantes y cuyas propiedades te serán de utilidad.
Piedras preciosas
De todas estas piedras naturales, las más llamativas siempre son las piedras preciosas. En esta categoría encontramos minerales que destacan por su belleza y elegancia; no obstante, lo interesante es que también cuentan con grandes virtudes que podemos aprovechar. En este sentido, encontraremos las siguientes:
- Diamante: A lo largo de la historia, son muchas las propiedades curativas que se le han atribuido al diamante. Los yoguis lo consideran un mineral muy ligado al séptimo chackra, y su energía ayuda a la persona durante la meditación. Su dureza, por otro lado, lo convierte en un exfoliante ideal para la piel. Otras de sus virtudes son sus propiedades cicatrizantes y el hecho de que puede activar la microcirculación. Además, ofrece un efecto de hidratación que lo convierte en el aliado perfecto para los cuidados tras la exposición al sol.
- Rubí: Se trata de una piedra preciosa que ha sido muy apreciada durante siglos, y que adquiere su llamativo color gracias a los rastros de hierro y cromo en su composición. Además, su uso puede aportar numerosos beneficios. Por ejemplo, se trata de un eficaz estimulante y regulador de la circulación sanguínea, y cuenta con propiedades de tonificación cutánea, ya que elimina células muertas y aporta frescura a la piel. Otras de sus propiedades más interesantes son que puede ayudar a regular el colesterol y protege del mareo. En la edad media, el rubí en polvo era agregado a las bebidas para regular problemas cardíacos y detener hemorragias.
- Zafiro: Esta variedad de corindón suele aparecer como una espectacular piedra azul, aunque es posible encontrarla en otros colores. Se trata de una gema que, tradicionalmente, se relaciona con el conocimiento y que puede estimular la concentración y la creatividad. Lo cierto es que el polvo de zafiro suele ser utilizado como un eficaz restaurador de la piel o del cabello. No obstante, sus virtudes no terminan ahí, ya que también puede ayudar a aliviar dolores de cabeza o de las articulaciones, y puede ser empleado para tratar los aumentos de la temperatura corporal o para aliviar ciertos trastornos respiratorios.
Piedras semipreciosas
Además de las piedras preciosas más conocidas, existen una serie de piedras semipreciosas que también pueden ofrecerte sus propios beneficios. Conseguirlas es sencillo, pues solo necesitarás recurrir a una tienda de litoterapia de confianza.
- Jade: Símbolo de pureza y sabiduría, el jade es considerada como una piedra protectora que cuenta, además, con la reputación de atraer la buena suerte. Lo cierto es que tiene algunas propiedades calmantes y puede estimular la energía vital. Como es una piedra fría, su uso sobre la piel ayuda a drenar. Además, es utilizada para suavizar los signos de expresión de la cara y para relajar los músculos faciales. Los rodillos de jade son muy empleados en la medicina tradicional china para mantener la piel rejuvenecida. Por otro lado, suele recomendarse para tratar casos de migraña severa.
- Amatista: La amatista, junto al diamante, es una de las piedras más apreciadas en el campo de la litoterapia. Y es que puede ayudar a aliviar la presión arterial, y también es efectiva para liberar la tensión en el cuello, los hombros y la espalda. Por otro lado, usada en sales de baño, aporta efectos relajantes y ayuda a evitar la hiperactividad. Es una piedra especialmente ligada a la mujer, ya que su empleo se relaciona, en muchas ocasiones, con la fertilidad y con los ciclos menstruales.
- Cuarzo rosa: Este mineral está fuertemente ligado con el amor y con el corazón. Son muchas las civilizaciones que lo han utilizado, y sus aplicaciones en litoterapia suelen estar dirigidas a aliviar quemaduras. Otras de sus virtudes son su capacidad de estimular el sistema circulatorio y limitar la aparición de problemas cutáneos. También regula la presión arterial y el sistema endocrino.
Diferentes aplicaciones
Como ya habrás podido comprobar, las virtudes que ofrecen las diferentes piedras preciosas y semipreciosas son variadas y pueden afectar tanto a nivel físico como espiritual. Por eso, en función de la piedra elegida y del beneficio que desees obtener, las aplicaciones pueden ser diversas.
Por ejemplo, hay algunas que son empleadas como componente para diferentes artículos cosméticos o medicinales. Existen elixires, cremas y otros productos que contienen ciertos minerales en polvo para aprovechar sus cualidades tonificantes, cicatrizantes, hidratantes o exfoliantes. También son empleadas en aceites esenciales para masajes.
Pero la aplicación de estas piedras puede ir más allá. Las hay que ofrecen sus ventajas a través del propio tacto, así que es posible encontrar rodillos hechos del material en cuestión. Anillos, colgantes y pulseras son formas de tener siempre cerca esa piedra y poder disfrutar de su ayuda.